Tal y como hablamos en los capítulos que les estamos ofreciendo en ARMAS sobre la evolución de los fusiles militares franceses, los galos contaban con la ventaja de estar provistos con los rifles Chassepot de calibre 11 mm, con un alcance netamente mayor que el de los fusiles Dreyse del mismo calibre empleados por los soldados prusianos.
Spicer narra que cuando estos últimos se aproximaban a París, a finales de 1870, una unidad fue diezmada por un tirador instalado con su Chassepot en lo alto de unos edificios de los arrabales, desde donde disparaba sin asomarse nunca por la ventana. Este hecho llegó a oídos del barón Steinfurt-Wallestein, oficial de caballería y avezado cazador, que se ofreció a abatir al soldado enemigo con el rifle que habitualmente empleaba para la caza.
Durante dos días el barón se instaló a cubierto cerca del pueblo, observando detenidamente todos los edificios, pero sin poder localizar al tirador francés, quien lograba causar, en el mismo espacio de tiempo, tres bajas mortales y un herido a los prusianos. Ante este aparente fracaso, el comandante germano ordenó al barón que se retirara de la línea del frente al final del segundo día, temiendo que él también fuese víctima del cauteloso tirador. El barón aceptó sumisamente la orden, aconsejando a su comandante que el siguiente amanecer contemplase con unos prismáticos de campo la aldea enemiga.
Batalla de Sedán. Un episodio de combate de La Moncelle, 1ro de septiembre 1870 |
Curiosidad de la guerra: El primer soldado herido fue también el ultimo soldado en morir.
Fuente: Duelo de Tiradores, Redacción, Noticias Profesionales, dic 3, 2009, http://www.revistaarmas.com,
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